Cómo educar a nuestros hijos en otro país
Ser madre en un país diferente al nuestro, es un desafío doble. Lidiar con otra cultura, otros principios de vida, y otra lengua, son solo algunos de los problemas que se pueden presentar en la maternidad. Por ello, he aquí algunos consejos que te pueden ayudar a criar a tus hijos con valores.
5 consejos para criar a los hijos
1. Comenzar temprano
«Enseña al niño el camino en que debe andar, y cuando sea viejo no se apartará de él» (Proverbios 22:6). Desde la infancia hasta la adolescencia. Instruir a un niño significa enseñarle los principios bíblicos del buen vivir y el respeto y el amor al prójimo desde temprana edad.
2. Ser un ejemplo para los hijos
«Las ancianas, asimismo, que sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos, a amar a sus hijos, a ser prudentes, puras, hacendosas, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada» (Tito 2:3-5). Las madres deben ser un ejemplo para sus hijos y enseñarles a vivir de acuerdo con los valores cristianos.
3. Presentar un frente unido
«Porque Dios no es Dios de confusión, sino de paz» (1 Corintios 14:33). Los padres deben estar de acuerdo en los métodos y prácticas que utilizan para educar a los hijos.
4. Los padres pasan tiempo con sus hijos, y no es tiempo vacío
«Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa» (Deuteronomio 6, 6-9). La Escritura pide a los padres implicarse en conversaciones profundas, corazón a corazón, que aporten sabiduría, y no solo datos. Es bueno planificar (con fecha y hora) «paseos para conversar» con los niños, paseos para jugar, tiempo de calidad sin distracciones. Es tiempo familiar que vale la pena.
5. Pone Orden En El Caos
La madre cristiana está marcada por su diligencia y la resistencia a la pereza o la holgazanería. Su principal preocupación no es el hogar perfecto, sino más bien un hogar sano lleno de amor, alegre, y en orden. Ella mantiene su hogar libre del desorden no solo físico sino espiritual y emocional del mundo en el hogar.